Colección.

Si quieres adelgazar, tienes que comprender el mecanismo por el que engordas y así entenderás la lógica de las medidas que propongo.

En la gran mayoría de los casos, la acumulación de grasa es consecuencia de un aumento de la secreción de insulina, que a su vez es consecuencia de la resistencia a la insulina, provocada por un consumo excesivo de hidratos de carbono (azúcar, cerveza, productos amiláceos, es decir, harina, patatas, arroz).

Cuando los hidratos de carbono llegan al intestino, se descomponen en moléculas de glucosa que se absorben en el torrente sanguíneo y provocan un aumento de la glucosa en sangre, lo que conduce a una mayor secreción de insulina. La insulina hace que se abran canales en las membranas celulares, a través de los cuales la glucosa entra en las células, donde se quema para producir energía.

Si la situación se prolonga, las células reaccionan menos a la acción de la insulina, por lo que la glucemia no vuelve a la normalidad. En esta situación, el páncreas aumenta la secreción de insulina, lo que, durante un tiempo, consigue normalizar la glucemia, aunque sea algo más lentamente. Es la fase de resistencia a la insulina.

Si la situación se prolonga, aumenta la resistencia a la insulina y la glucemia vuelve muy lentamente a la normalidad. Se trata de la fase de prediabetes.

Finalmente, la glucemia no vuelve a la normalidad y hablamos de diabetes de tipo 2.

Un aumento del nivel de insulina conduce a la acumulación de grasa, inicialmente en el hígado (se produce el hígado graso no alcohólico), y después la grasa se deposita en la cavidad abdominal. De este modo, aparecen los kilos de más.

Afortunadamente, la situación es reversible reduciendo los niveles de insulina en sangre: las células vuelven a ser sensibles a la insulina, los niveles de glucosa en sangre descienden gradualmente, el organismo empieza a quemar grasa para obtener energía y se produce una pérdida de peso.

El método que propongo para reducir los niveles de insulina tiene varios componentes, dos de los cuales son esenciales:

  1. Ayuno intermitente, lo que significa que debe hacer un máximo de 3 comidas al día, y que entre la primera y la última comida debe haber un máximo de 8 horas. No se permiten los tentempiés entre comidas. Puedes hacer hasta una comida al día. Para más detalles, recomiendo el libro "Adelgazar sin contar calorías".
  2. evitar o reducir al mínimo el consumo de azúcar y moderar el consumo de productos ricos en almidón.

Medidas adicionales:

  1. tomando berberina, que reduce la glucemia; 
  2. la toma de un probiótico para la resistencia a la insulina suele ir acompañada de un desequilibrio de la flora microbiana intestinal
  3. beber una solución de jengibre, canela, vinagre de sidra de manzana y limón, que reduce la resistencia a la insulina. Puedes ver cómo prepararla en este vídeo: https://youtu.be/l090727qS7k
  4. Administración de zeolita, que mejora el metabolismo y la digestión mediante la desintoxicación. La dosis es de 6 cápsulas al día. No tiene contraindicaciones ni efectos secundarios. En algunas personas puede provocar estreñimiento transitorio en los primeros días, por lo que conviene beber 2 litros de agua al día. Dado que la zeolita desintoxica el organismo, durante los primeros días pueden producirse mareos, dolores de cabeza y síntomas digestivos debido a la eliminación de una gran cantidad de toxinas. Por lo tanto, es mejor empezar con 1 cápsula al día e ir aumentando la dosis gradualmente, en 1 cápsula al día, hasta alcanzar la dosis normal.

Este método también puede ser aplicado por personas con prediabetes o diabetes tipo 2, ya que ayuda a entrar en remisión.